Hedy Lamarr tuvo la necesidad de aportar su talento a la ayuda del bloque de los Aliados, es por ello, que quiso ir directa a las mejoras técnicas del ejército.
Hedy era consciente que había dos grandes fisuras que jugaban en contra de los aliados , por un lado era el área de la comunicación, área indispensable para poder combatir, y la otra era técnicas experimentales para guiado remoto a través de radio de las armas.

Así pues, la banda de emisión de radio era demasiado estrecha.
Esto resultaba un problema, ya que si el enemigo utilizaba un barrido de frecuencia podía detectar rápidamente al emisor.
De igual manera estas ondas eran inconsistentes ya que al no estar desarrolladas agentes naturales podrían perturbarlas.
Es aquí donde entra en juego la idea de Hedy Lamarr, que pensó en fraccionar estas señales cambiando dichas señales de manera psudoaleatorias.

Así estas frecuencias eran cortas, irregulares y espaciadas entre sí. De esta manera si no se conocía el código para el enemigo era tremendamente complejo poder recomponer el mensaje. Este procedimiento se conoce ahora como: “Transmisión en espectro ensanchado de salto de frecuencia” En este momento era posible acceder a la construcción de dichos aparatos sin embargo, sincronizar ambos escapaba al talento de Hedy Lamarr.